ABRA LA PUERTA A UNA RELACIÓN MAS INTIMA Y PODEROSA CON DIOS

¿Será posible que estemos perdiendo nuestras más grandes victorias porque no ayunamos?
Jesús dio por sentado que los cristianos ayunarían y nos mostró la manera correcta de hacerlo
Hoy iniciamos una nueva etapa en nuestra vida espiritual. Como hijos de Dios, tenemos el privilegio de buscar el rostro del Señor. Y que bendición es que podamos encontrarlo.
Propósito
Nuestro propósito es enfocarnos en nuestra vida espiritual y sus disciplinas, por ejemplo: oración, adoración, ayuno, unidad, reconciliación, arrepentimiento, perdón, búsqueda de santidad, salud, sanidad (emocional, espiritual, física).
Es un tiempo de consagración ante el Señor y unos con otros. Es una acción personal y corporativa. La meta es que después de un tiempo de consagración ante el Señor, nuestro apetito por la presencia de Dios ¡haya aumentado!
Que podamos obtener conocimiento, entendimiento y sabiduría de Dios para esta nueva temporada que estamos iniciando.
Daniel 1:17 “A estos cuatro jóvenes Dios los dotó de sabiduría e inteligencia para entender toda clase de literatura y ciencia. Además, Daniel podía entender toda visión y todo sueño.”
Durante este tiempo dedicaremos al Señor todo lo que hagamos en este nuevo año 2022.
Tomaremos la determinación de disciplinar nuestra carne y fortalecer nuestra vida espiritual.
Creemos que nuestro anhelo por Jesús aumentara. Si recuperamos un hambre insaciable por Dios, esto nos llevara hacia delante a un ¡avivamiento transformador!
Preparación del corazón
Mientras nos preparamos para humillarnos delante del Señor, necesitamos entender que lo opuesto de humildad es el orgullo y la obstinación. En la raíz del orgullo esta una indisposición de inclinarse a Dios sin ninguna reserva. El orgullo nos causa a preferir nuestro propio camino al camino de Dios. En un cierto respecto el orgullo es la raíz de todos los pecados.
Nuestra naturaleza pecaminosa se inclina hacia el egocentrismo, auto indulgencia, y amor a nosotros mismos. La riqueza y abundancia intensifican esta condición.
Durante esta primera etapa (semana), nos enfocaremos en humillarnos delante de Dios.
El egoísmo, ambición carnal, celos y envidia, todos tienen su origen en la condición de nuestro corazón llamado orgullo. El orgullo nos aparta de confesar honestamente nuestro pecado, de reconocer nuestra falla delante de Dios y el hombre, y se manifiesta muchas veces en una insistencia necia de hacer las cosas a nuestro modo.
Con la ayuda de Dios y su Espíritu Santo identificaremos áreas de nuestra vida que han estado afectando nuestra relación con Dios. Nuestro enfoque será el de humillarnos ante el Señor, reconociendo SU grandeza y nuestra condición de debilidad espiritual y apelar a la misericordia de Dios para liberarnos. Debemos orar y buscar el rostro de Dios para aumentar nuestra intimidad con EL, y debemos convertirnos de nuestros malos caminos; esto significa un cambio real de la manera de ser de este mundo al sistema de valor de Reino de Dios.
¡INICIEMOS NUESTRA JORNADA!