Día 3 - ACERCÁNDOME MÁS A DIOS 

“Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón” Jeremías 29:13
Reflexión
Como cristianos tenemos el privilegio de poder experimentar la presencia de Dios en nuestras vidas. Cuando la presencia de Dios esta en nuestras vidas, somos dirigidos por Dios, sentimos SU protección, aceptamos Su voluntad y propósito en nuestras vidas.
Pero sin la presencia de Dios, somos impotentes, somos vulnerables, nos desviamos, somos reducidos a nada.
Ahora, una de las preguntas que puede estar pasando por nuestra mente es:
¿Cómo me acerco a Dios? ¿Cómo puedo experimentar SU presencia? ¿Qué pasos puedo dar para acercarme mas a Dios?
1 - Llegar a una Insatisfacción.
Llegar al punto de estar cansado de mi vida. Este es el punto de partida.
Nada sucederá en nuestra vida hasta que estemos desesperados, hasta que haya una insatisfacción, hasta que estemos cansados de vivir de la misma manera.
Hasta que diga es tiempo de regresar y conectarme con Dios, con mi padre. Hasta que reconozca que no es a mi manera. No es hacer mi voluntad sino la de Dios.
El primer paso para acercarme a Dios es llegar a una insatisfacción espiritual y decir: Señor quiero buscarte de todo corazón.
Jeremías 29:13 “Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.”
2 - Admitir mi pecado.
Tengo que reconocer mis errores y fallas. Hago una evaluación de mi vida y digo esto no tiene sentido. Me presento ante Dios y le digo: Señor, he vivido a mi manera, me he dejado llevar por los valores de este mundo. Me he dejado llevar por el poder, el prestigio, los placeres que el mundo ofrece, las posesiones, etc. Sigo haciendo mi voluntad y no la tuya y reconozco mi pecado.
Vivir la vida alejados de Dios significa soledad, amargura, estrés, culpa, frustración, miedo, preocupación. Por eso tengo que RECONOCER Y ADMITIR MI PECADO.
Isaías 59:2 “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.”
3 - Rendirme completamente.
Cuando admito mi pecado, Dios me da una esperanza.
Isaías 1:18 “Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto --dice el Señor--. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana.”
No importa cuan grande haya sido mi pecado, la sangre de Jesucristo me limpia de todo pecado. No importa cuan oscuro o negro haya sido su pasado, Dios tiene el poder para restaurarlo. Dios tiene el poder para perdonarte, borrar tu pasado, sanar heridas, Dios sigue restaurando vidas con su poder.
Nada cambiara en nuestra vida hasta que pasemos de una vida egocentrista a una vida concentrada en Dios. Es aquí donde tengo que tomar la decisión. Es aquí donde le tengo que decir a Dios SI…y hay cosas a las que les tengo que decir NO.
La transformación sucede solamente cuando me rindo completamente a Dios.

Lectura bíblica
Lucas 15:11-24
Romanos 12:1-2

Oración
Señor, hoy me presento delante de ti para agradecerte el libre acceso ante tu presencia a través de Jesucristo. Hoy reconozco que sin tu presencia no soy nada. Pero hoy tomo la decisión de regresar y acercarme a Dios, con mi Padre. Hoy quiero reconocer y admitir mis errores y fallas. Te pido que me perdones y me des otra oportunidad. Hoy decido rendirme ante TI y buscarte de todo corazón.
Gracias Señor por tan grande oportunidad.
Todo esto te lo pido en el NOMBRE DE JESUS. AMEN.