DIA 21– VAMOS A CAMBIARLO HOY

Reflexión
Somos tan dependientes del tiempo que dejamos que el tiempo nos limite y defina lo que nosotros somos capaces de hacer o lo que Dios puede hacer en nuestras vidas.
1. NO DECIDAS que es demasiado tarde para que estas cosas cambien. No decidas que no te puedes recuperar. No decidas que el daño es irreversible. NO es demasiado tarde para que tus finanzas de un giro, para recuperarte de una tragedia o una equivocación, para entregar tu vida a Dios, para cuidarte mejor a ti mismo; para cambiar la forma en que te ves a ti mismo, para disculparte o para romper un mal hábito.

2. Medita en el hecho de que Dios creó el tiempo y Él lo puede multiplicar. La tierra y el sol estuvieron quietos en Josué 10:12–13: “Y Josué dijo en la vista de los Israelitas, ‘Sol, detente.’ Por tanto, el sol se detuvo y la luna se paró”. Josué tenía el control del tiempo para el propósito de Dios. Tenemos que empezar a pensar de esa manera—que tenemos control sobre el tiempo en lugar de que el tiempo tiene control sobre nosotros.

3. Piensa sobre la gran cantidad de testigos para quienes no fue demasiado tarde.
  • No fue demasiado tarde para que Abraham y Sara se convirtieran en padres a los 99 y 90 años de edad respectivamente.
  • No fue demasiado tarde para Pedro después de haber negado al Señor tres veces.
  • No fue demasiado tarde para la mujer encontrada en adulterio ( Juan 8:1–11), para la mujer con problema de flujo de sangre (Marcos 5:25–34), o para el hombre que estuvo paralítico durante 38 años en el estanque de Betesda ( Juan 5:1–10).

4. Abraza la gracia. Lamentaciones 3:22–33 dice: “Su misericordia es nueva cada mañana (...)”. Hebreos 4:15 dice: “acércate confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y gracia en tu tiempo de necesidad”. La misericordia es cuando Dios no nos da el juicio que merecemos y la gracia es cuando Dios nos da la bondad que no merecemos.

5. Deja de crear excusas. Dios no acepta las excusas, ¡pero te da mucha gracia! Podríamos sentir baja autoestima o tener una discapacidad como Moisés la tuvo. Él tenía un impedimento para hablar, pero Dios le dio una oportunidad tras otra para ser utilizado para libertar al pueblo de Dios.

6. Pídele a Dios más tiempo y otra oportunidad. Ezequías hizo esto en 2 Reyes 20:1–6. Cuando Ezequías pidió una segunda oportunidad, Dios le dijo: “He oído tu oración (...) Seguro que te voy a sanar (…) Y añadiré a tus días quince años” ¡Si Él lo hizo por Ezequías, Él lo hará por ti!
 
Lectura bíblica
 Lamentaciones 3
 
Oración:
Padre Celestial, yo se que no es demasiado tarde para que las cosas mejoren en mi vida y den un giro radical. Yo creo en el Dios de las segundas oportunidades. Puedo recuperarme y no hay nada que Dios no pueda cambiar en mi vida. Dios creó el tiempo y Él puede multiplicarlo por mí. Ya no estoy controlado por el tiempo. Señor ayúdame a controlar el tiempo. ¡En el nombre de Jesús! Amen.